Personalmente me atrevo a añadir que no
darse cuenta de esta reflexión, de no sacar conclusiones de hechos irrefutables,
supone una lamentable falta de talento, y no precisamente lo catalogo como: “anormal
o deficiencia mental”; esos adjetivos y o etiquetas los reserva la gente “Normal”,
a unas personas maravillosas que por sus deficiencias manejamos como animales
de compañía en el mejor de los casos. Me refiero a gentes “normales, vulgares,
mediocres”, que excusan la falta de ética de moral, de honradez, de lo que nos
rodea, quizás solo con la esperanza de poder hacer beneficio ellos mismos, por
dudosos o similares métodos… …o lo que es peor; por que sus aspiraciones no
pasan de ser algún día doberman, capataz, asalariado, etc. De algún individuo
inclasificable de estos.
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